Los granos son uno de los problemas cutáneos más comunes y, al mismo tiempo, más molestos. No todos son iguales, y para tratarlos de manera eficaz es fundamental conocer los distintos tipos de grano que pueden aparecer en la piel.
Granos comunes
Puntos negros: aparecen cuando los poros se obstruyen con sebo y células muertas, quedando abiertos y expuestos al aire.
Puntos blancos: similares a los anteriores, pero con el poro cerrado.
Pápulas: granos rojos e inflamados que duelen al tacto.
Pústulas: contienen pus en su interior y suelen ser los más visibles.
Nódulos: granos más profundos y dolorosos, difíciles de tratar sin ayuda dermatológica.
Cómo eliminarlos
Para combatir los diferentes tipos de grano, lo primero es establecer una rutina de limpieza suave pero constante. Usar limpiadores adecuados, exfoliar de forma controlada y mantener la piel hidratada ayuda a prevenir su aparición.
Los tratamientos con ingredientes como ácido salicílico, niacinamida o peróxido de benzoilo son altamente recomendados. Estos componentes actúan directamente sobre la causa del acné, reduciendo inflamación y exceso de grasa.
Cuándo acudir al especialista
Si los tipos de grano persisten o generan dolor intenso, lo mejor es consultar a un dermatólogo. Existen terapias específicas que pueden incluir antibióticos tópicos u orales, así como retinoides.
Conocer los tipos de grano es el primer paso para tratarlos de manera adecuada. Identificar cada uno permite elegir la solución más efectiva y lograr una piel más sana y equilibrada.